Trabajamos con personas privadas de libertad en el Complejo Penitenciario de Punta Arenas. Creemos que merecen otra oportunidad. Ellos, valoran la nueva posibilidad de volver a empezar. Cada uno tiene su propia historia que purifica en la medida que limpia, corta y prepara las telas que más tarde darán vida a las líneas de nuestras colecciones.
En tanto, en Puro Viento, destacamos el compromiso y nos enorgullece la disposición que tienen nuestros colaboradores para aprender, rehabilitarse y entregar un trabajo de calidad.
Así también confiamos en las mujeres que buscan autonomía económica y que por ser dueñas de casa no son valoradas en su experiencia, compromiso y responsabilidad.
Ellas trabajan y son parte del equipo de Puro Viento. En sus domicilios y bajo las reglas de sus propios tiempos, cosen y siguen con rigurosidad las exigencias de cada diseño.